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La mariposa recordará por siempre que fue un gusano.

    Inculta e ignorante me hallaba respecto a ciertos géneros literarios como la poesía. No sé exactamente si por el sistema educativo que, al menos en mi caso, no le dedicaba más que un par de lecciones o simplemente por mi falta de interés.
    Lo cierto, es que la poesía llego a mí gracias a dos profesores que marcaron mi vida y la situación por la que pasaba en aquel entonces. Durante esa etapa (mi segundo año de bachiller) leímos, interpretamos y escribimos poemas. Sinceramente, no me sirvió de nada a la hora de realizar el examen de acceso a la Universidad. Sin embargo, aprendí muchas cosas de la vida y me interesé por muchos de los autores de cuyos nombres no había oído hablar nunca. Uno de ellos fue Mario Orlando Hardy Hamlet Brenno Benedetti Farrugia. Si, es su nombre.

Mejor conocido como Mario Benedetti y nacido en Uruguay en los años 20, este escritor y poeta formaría parte de la Generación del 45. Tras el golpe de estado de Uruguay en el año 73, el autor se exiliaría a Perú, Argentina y Cuba. Finalmente regresaría a su tierra y viviría a caballo entre esta misma y España.

    Los poemas de Benedetti están compuestos de versos alejados de la poesía clásica. Ese toque de modernidad, le acerca claramente al lector contemporáneo. Lo que más me impresionó de su obra fue su magnífica capacidad para transmitir sentimientos bastante profundos. Sus poemas están dotados de rasgos esperanzadores, románticos e incluso de índole social. En muchas ocasiones incluso mezcla varias temáticas como en Mucho más que dos.

    Durante algunas épocas de mi vida y gracias a ciertas circunstancias que no vienen al caso me sentí identificada con uno de sus mejores poemas: Corazón Coraza. Este trata del amor no correspondido pero no de ese que os estáis imaginando sino sobre el dolor de compartir tu vida junto a una persona distante, fría y que, en realidad, no te ama.

“(…) Porque tú siempre existes dondequiera 
Pero existes mejor donde te quiero 
Porque tu boca es sangre 
Y tienes frío 
Tengo que amarte amor 
Tengo que amarte 
Aunque esta herida duela como dos 
Aunque te busque y no te encuentre 
Y aunque 
La noche pase y yo te tenga, 
Y no.

    Otro de sus extensos poemas que también es uno de mis preferidos es A ras de sueño. Es bastante diferente al anterior. Habla acerca de encuentros sexuales sin “vínculos” o “ataduras”:


(…) Hay que amar con valor, para salvarse.
Sin luna, sin nostalgia, sin pretextos,
Hay que despilfarrar en una noche
—que puede ser mil y una— el universo,
sin augurios, sin planes, sin temblores,
sin convenios, sin votos, con olvido,
desnudos cuerpo y alma, disponibles
para ser otro y otra a ras de sueño.(…)

    Aún me queda bastante que leer de la obra de este autor sobre todo su obra en prosa. Creo que no tengo amplios conocimientos en cuanto a poesía se refiere, lo que sí sé es que Benedetti es un autor que puede gustar a todo el público. Espero que si no lo habéis leído alguno se interese por él y los que ya lo conocíais disfrutéis releyendo las estrofas que he puesto anteriormente.


"Acá hay tres clases de gente: la que se mata trabajando, las que deberían trabajar y las que tendrían que matarse."

Carla Rosa

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2 comentarios:

The Eternal Sunshine Of The Spotless Mind dijo...

Es un maravilloso poeta Carla, y me hace recordar paisajes de mi adolescencia.
El día de la mujer pensé en compartir ese poema (Corazón coraza), me parece muy significativo y sutil para describirnos.
Hay un poema en especial, al que recurro cuando los ánimos no me desbordan precisamente: 'No te rindas'. Lo comparto contigo, sabiendo que te gusta Benedetti, y con todos mis compañeros.
Un saludo, Lorena

The Eternal Sunshine Of The Spotless Mind dijo...

Gracias Lorena, aunque tengamos nuestras diferencias sabia que te gustaría la entrada ;) El de "No te rindas" también es uno de mis preferidos pero no me cabía la obra entera aquí!!

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