
Representa
un amor de verano, largas tardes en playas perdidas bien acompañado y locuras
con amigos en un pueblo de turismo con mucha vida veraniega.
Dicen
que todas las alegrías, al igual que las penas, vienen de golpe. No lo sé con
seguridad, pero aquellos meses fui protagonista de una película de Roberto
Benigni: La vida es bella. No se si se repetirá, pues en los últimos veranos he
intentado imitarlo a base de vespa y playa, pero hay momentos, circunstancias,
que nunca vuelven, y mejor asi. Es preferible tener buen recuerdo. Ese buen
recuerdo parte de la base de que se trata de algo único, breve y caduco. De ser
algo normal, perdería esa esencia que lo hace tan especial.
Javier Yáñez Blasco
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