Allá voy. A hablar sobre la televisión. ¿Yo? ¿Y qué tengo
que decir sobre esta? La verdad: Nunca me ha gustado. En serio. Me metí en esta
carrera odiando la televisión con todas mis ganas; no la soportaba. El estar en
mi casa, aun estando sola, era sinónimo de no encender la televisión ni para
ver los adorados Simpsons (aunque claro que los he visto varias veces hijos
míos, ¡no llego a ser tan rara!). Ningún canal me satisfacía y los programas me
resultaban aburridos. El tener que ajustarme a un horario específico para ver
una serie que me llamase la atención me parecía algo tedioso y siempre me
quitaba las ganas de hacerlo pues, como a muchos, las horas siempre se me
pasaban volando y la mayoría de las veces no recordaba ni qué día echaban qué
serie ni a qué hora ni nada de nada.
El que no me guste la televisión en sí, no implica
actualmente que no “la vea”. Lo pongo entre comillas porque no es exactamente
lo que hago. Veo series, sí y muchas. Pero por internet. Aunque técnicamente…
Es hablar de televisión, ¿no? Pues eso.
Veo veinte millones de series. Me engancho, me desengancho,
sumo una y resto otra. Me veo el primer capítulo de alguna, no me gusta, se me
olvida y vuelta a empezar. Y eso con muchas. El tiempo que paso haciendo esto,
podría invertirlo en ver películas que me hicieran algo más “culta” (para que
nos entendamos: bien podría invertir mi tiempo en ver películas de las que
habla el de Historia de los medios o alguna de las que dimos el año pasado en
Historia del Cine) pero no. Yo a lo mío, que son las series.
Podría hablaros de mil series que he visto. Sueltas y
completas. De principio a fin o en algún día cualquiera. A las tres de la tarde
o a las cuatro de la madrugada. Series que me engancharon desde el primer día o
incluso series que las vi una vez y jamás volví a saber de ellas (en serio, eso
me pasó una vez a las cuatro de la mañana con “Dollhouse”. Vi tres capítulos en
la FOX y ya no he vuelto a saber de ella jamás).
Podría comentaros también cuales son mis favoritas. Como
buena tía que soy (más o menos adicta a los “culebrones americanos”) estarían
la ya acabada Gossip Girl o 90210 Beverly Hills. También me gusta
reírme y echar un buen rato con Modern
Family, New Girl o The Big Bang
Theory (lo siento, pero Como conocí a
vuestra madre no la soporto). Ahora me tiene muy enganchada Juego de Tronos, aunque supongo que
igual que a la mayoría que sigue esta serie. Misfits, Skins, Glee,
Bones, Pretty Little Liars, Grey’s anatomy, Castle, Californication… Son
solo unos pocos ejemplos de todo lo que veo.
Y sí, os pongo los títulos en inglés porque a mí me va el
postureo de vérmelas en VOS.
Así, sin más: Anaís
Sánchez
1 comentarios:
Yo también veo Glee. O la vi, porque me fumé 3 temporadas en 3 semanas.
María :)
Publicar un comentario