Esta es la foto que
yo he elegido. Normalita, de las que parece que no tienen nada de especial.
Pues lo es señores, y mucho. Esta fue mi primera fotografía en manual con mi
primera cámara réflex, una Canon 400D. La saqué el 9 de marzo del 2010, hace
tan sólo tres añitos. Recuerdo que ese día llovía, que mi madre tuvo que tender
en nuestra terraza en vez de en la azotea del edificio y que también me dediqué
a hacerle fotos a las gotitas que se quedaban en la barandilla del balcón. Pero
esta foto es a la que más cariño le tengo. No le veo nada del otro mundo y, a
la misma vez, se lo veo todo. Las pinzas de colores, en el centro y enfocadas
(a tomar por culo la regla de los tres tercios; total, todavía no sabía ni lo
que era) y lo demás ligeramente desenfocado… ¡No sabéis la ilusión que me hizo
ver que me quedó así!
Esta foto para mí fue el principio de lo que ahora considero
que es una de las cosas que rige mi vida: la fotografía. Este fue el comienzo,
y espero que quede todavía mucho para llegar a un final.
Anaís Sánchez
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