¿Recuerdas? Estabas en la ESO, en
un instituto normal en un barrio normal en el que te sentías anormal. Horrible.
Odiabas las mates, la química, la física y todas esas asignaturas esenciales y llenas de número que te traían de cabeza. Yo lo tenía
claro: mamá, quiero hacer arte.
(claro, mi querida madre me imaginaba pintando frescos, pero evidentemente mi
concepto del arte era muy diferente)
Te imaginabas la universidad como
el punto geográfico mental más interesante del mundo. Demasiadas pelis
americanas con animadoras, macrofiestas, clases magistrales, amigos a
borbotones, historias de amor entre alumnos/profesores… Suerte que no engullía
muchas de ese calibre. Yo no sabía si el ámbito universitario sería el adecuado
para mis inquietudes pero, sobre todo, ansiaba una fuente de conocimiento
abierta a todas mis inquietudes y donde ponerlas en práctica jejejeje
(fotografía, comunicación, cine, televisión…que bien sonaba, todo en un pack).
Estaba claro que Destino Uma no sería
la Escuela de Cine que todos anhelábamos, y era consciente de donde me estaba
metiendo, pero yo me conformaba con imaginar que llevaba una cámara al hombro y
que mi profesor/a corrigiera, aunque sea, la postura.
Para qué vamos a engañarnos amijos, la UMA tiene muchas carencias.
Yo ya no sé si se llama plan Bolonia, Licenciatura, Grado… lo que yo sé es que
en muchas de las carreras (y no me voy a lanzar con la nuestra, que si no me
pondría las botas) las cosas no están para subtitular como Universidad de Excelencia. Sabemos que esta, nuestra universidad,
está en manos del Estado: de Marianito’s
Team. Y qué deciros, nuestro querido Wert filosofando sobre la formación de los
jóvenes españoles es toda una delicia…Si, está to’ mu mal esho, así que ya sabemos ‘Los
universitarios de Málaga no deberíamos estudiar lo que queremos, sino lo que
nos de pa’ comé”. Díganme ustedes, señoras y caballeros, que pasos siguieron
ustedes para llegar a estar donde se encuentran, organizando la UMA…porque si
alguna vez me planteo arreglar esto, ni pisar siquiera su sombra.
PD: Por cierto, cervecitas gratis… pero la Biblioteca, en
época de exámenes, se cierra a las 12. Claro que sí, ¡que no falte la alegría!.
Psicodelia
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