Destino de Caballero

Destino de caballero es una actualización de la clásica leyenda medieval del paje convertido en caballero, esta vez acompañada de buena dosis de humor. En la película conocemos a William (Heath Ledger), escudero de un mediocre caballero junto con sus amigos Roland y Wat. Cuando el caballero muere, William toma su lugar en el torneo de justas (pelea con lanzas a caballo) con muy buenos resultados. William, en calidad de plebeyo, no tiene derecho a participar en las justas, que están reservadas para la nobleza, pero estimulado por su éxito inicial, y contra la opinión de Roland y Wat, decide continuar el engaño y hacerse pasar por un noble para competir en torneos a lo largo y ancho de la Francia medieval. Eventualmente, por supuesto, se hará de poderosos enemigos y amigos, y encontrará a una mujer que le inspirará a llegar lo más alto posible... mientras sus enemigos lo permitan.

Destino de caballero es una mezcla de fantasías masculinas y femeninas y aunque resulta extremadamente predecible es también tremendamente entretenida, pues su director ha sabido encontrar un perfecto balance entre narrativa clásica y los convencionalismos del cine de aventuras. Y a esa mezcla ha añadido varios elementos contemporáneos (como la música), que para algunos podrán parecer irritantes anacronismos, para mí adecuados.

Los personajes son arquetípicos, y resultarán muy familiares para quienes gusten del clásico cine de aventuras: el héroe, la doncella, el mentor, el despiadado antagonista,  no hay novedad alguna en los elementos. Pero la ejecución de la narrativa es dinámica y compacta, aún mas por la duración de la película y con la excepción de un par de ocasiones en las que el melodrama es excesivo e innecesario, el tono travieso y el moderno estilo resultan en una película muy satisfactoria.

Debo hacer mención especial de la estupenda cinematografía. En una película Destino de Caballero, en la que la trama necesariamente requiere la presentación de múltiples duelos con espada y lanza, Helgeland y su director de cámara han tenido que buscar (con éxito) distintos modos de fotografiar esas escenas para que cada uno de los torneos tenga su propia personalidad y así mantenerlos frescos y emocionantes. 

Destino de Caballero es predecible, simplona y derivativa de trabajos previos... pero está realizada con tal talento frente y detrás de las cámaras que lejos de ser un cansado refrito hollywoodense ha resultado una de las mejores películas de acción de la temporada, con mucho más estiloque sus competidoras de mucho mayor presupuesto pero menor imaginación. Muy recomendada con las debidas reservas, la película no es una lección de historia medieval, sino un recuento de la clásica historia heróica, narrada con sensibilidades contemporáneas.