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Desde que llegué a España, siempre
me dije que haría mis estudios universitarios en cualquier otro país. Sin
embargo, el tiempo ha pasado y no he tenido gran ocasión de irme al
extranjero. Y tras esos fantásticos estudios
de bachiller realizados aquí, decidí estudiar lo que realmente me interesaba,
Comunicación Audiovisual. Una vez hecha
esa decisión, me puse a googlear las mejores facultades en España, viendo que
la mayoría eran privadas o que sino tenía que ponerme con el catalán, no me
quedó otra que estudiar en Málaga. Así que bueno, entré en la UMA sin grandes
expectativas y creo que es por ello que el primer año me resultó mejor de lo
imaginado, sobre todo por los profesores que nos tocaron, o al menos, una gran
parte de ellos. Sin embargo, el segundo año ha sido aplastante. Al igual que
señala en su entrada Luis, no hay a penas prácticas. Y además de ello, la
tremenda teoría que damos es repetitiva, y bueno no hablemos de las supuestas
"prácticas" que se reducen en hacer un trabajo escrito de 20 hojas y
exponerlo... wau... qué audiovisual, porque a parte de hacer powerpoints ¿qué
aprendemos en las prácticas? Como resultado tengo cada vez menos ganas de
levantarme, coger la bici e ir a la facultad. Facultad que considero que se
convierte cada vez más en un instituto, vaya... les falta las vallas para que
no podamos "hacer piarda". No, en serio... ¿soy la única en pensar
que la asistencia obligatoria en una universidad que PAGAMOS es la peor idea
que se ha tenido? Porque tengo 20 años y soy independiente y financieramente
dependo de esa beca con dos ceros tan ridícula que me dan al año y claro... ¿qué
pasa si necesito trabajar para poder vivir más o menos bien? Ah no, no puedo
que tengo que ir a clase. Y lo peor es que la propia mentalidad entre los
alumnos y los profesores ha cambiado con toda esa "genialidad
disciplinaria", ahora es cada uno para sí mismo. Nivel de compañerismo 0 =
nivel de motivación 0= alumnos desganados = profesores desganados. Y bueno, no
voy a explayarme en este asunto porque podría degenerar la cosa. Pero os voy a
contar el caso de una amiga de infancia que tengo, Karine. Sí, os cuento su
caso para que comparéis un poco entre lo que es una Universidad y lo que es la
UMA. Karine estudia en Francia en la universidad. Para empezar, las asistencias
no son obligatorias, las prácticas son realmente prácticas y los apuntes se van
alternando por varios alumnos de la clase que lo suben al campus en el fin de
semana. Y ahí es cuando pienso... con lo
fácil que podrían ser las cosas aquí con tan solo un poco de organización. Ah y bueno, cabe mencionar el caso de mis
primos que están en su último año de carrera y que tienen derecho a tener
prácticas complementarias, financiadas por la facultad para hacerlas en el
extranjero en empresas. Y cuando digo el extranjero, digo mundialmente. Ahora
mismo, mi primo Tristan está trabajando en una empresa de diseño en Bali. Lo
cual me hace reír (mejor reír que llorar) cuando veo el caso desesperante de
varios alumnos de la UMA que se quieren ir de Erasmus. En fin, excepto el café
de la cafetería y el buen clima, como podéis ver, mi visión es más bien pesimista.
Elise Tandé
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