Sinceramente nunca he visto a
Málaga con muy buenos ojos, y si tuviera que salvar algo, serían las playas,
pero aun así hay playas mucho mejores, pero eso no quiere decir que no esté a
gusto aquí, aunque podría estarlo mucho mejor.
Bajo mi punto de vista faltan muchas
cosas, desde instalaciones para poder practicar algún deporte que no sea el
futbol (porque parece que en esta ciudad solo existe el fútbol hasta piscinas
cubiertas donde poder nadar y que no tengas que vender un riñón para poder
pagarlo, pasando por las pésimas líneas de autobuses, el metro “fantasma”, inundaciones o los
conductores enfurecidos que ganaron el carnet de conducir en una tómbola.
Pues bien, esas son algunas de las
carencias de esta ciudad, y no solo tiene esas… hay muchas más. Pero lo que más
asco me da, y cuando digo “asco” me refiero a arcadas, fatiga, nauseas, es lo mal
que huele Teatinos algunas tardes-noches que supuestamente y por lo que he
podido saber, el olor procede del crematorio. No es nada agradable salir a la
calle y olor a “muertos”, y la verdad es que muchas veces he tenido que ir con
la camiseta por encima de la nariz porque el olor era insoportable.
Que no haya pistas de voleibol
para practicar deporte… tiene un pase porque se pueden hacer otras cosas, que
no haya metro… tiene un pase porque hay “autobús”, pero que no pueda salir a la
calle sin que me entren fatigas, es un poco vergonzoso. Podrían controlar las
emisiones de gas (si es que realmente el olor procede del crematorio) o buscar
otra solución.
PD: Sevilla forever
Ismael Vázquez Luengo
1 comentarios:
http://www.youtube.com/watch?v=NyOwsYAPzTE
Si le parece, le propongo como candidato para el Premio Nobel de literatura en consideración de su poder de observación, originalidad de imaginación, virilidad de ideas y talento extraordinario para la narración.
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