EVA AL DESNUDO

«Todos me conocen a mí, todo el mundo, yo en cambio no he conseguido conocerme todavía. Soy "Margo"... eso "Margo"... ¿Y eso qué es? Aparte de una palabra en un letrero luminoso, aparte de algo llamado temperamento; que consiste en desmelenarse como una furia y gritar hasta el límite de su voz. Los niños también se comportan igual que yo, se tiran por el suelo y patalean, se emborracharían si pudieran cuando no consiguen lo que quieren, cuando se sienten faltos de apoyo, o de cariño... »

Esta es una de mis citas de cine favoritas. La pronuncia Bette Davis en una famosísima película de 1950: “Eva al desnudo”. El film fue nominado a 14 Oscar, de los cuales ganó 6: mejor actor secundario (George Sanders), mejor director, fotografía, guión, vestuario y sonido.  Y no sólo eso, sino que también ganó varios premios en el festival de Cannes: Palma de Oro para Mankiewicz, Mejor actriz  y el Premio Especial del jurado para Bette Davis. Por no olvidar 6 nominaciones al Globo de Oro y el premio BAFTA a la mejor película. Es decir, todo un hito en la Historia del cine, se mire por donde se mire, no hace falta extenderse mucho en este sentido.

La película trata sobre la relación establecida entre la actriz Margo Channing y Eva, su “mayor fan” (lo cual en cierto modo me recuerda a la protagonista de Misery), y de cómo poco a poco esta última va introduciéndose en su círculo hasta casi arrebatarle la vida a la célebre estrella. El film se abre con la entrega de los premios Sarah Siddons en el teatro, para ir desarrollándose la historia poco a poco a través de varios flashbacks, cautivándote la misma desde el primer minuto.

A pesar de que la película es estupenda en todos los sentidos, a mí lo que más me cautiva son sus excelentes diálogos (de los cuales muchos se quedan en el imaginario colectivo del espectador) y las maravillosas interpretaciones de sus actores, que te recuerdan en numerosas ocasiones a personajes de la vida real, haciéndote reflexionar en cierto modo acerca de las relaciones humanas, los intereses en torno a las mismas y las motivaciones personales de cada individuo. Y eso que Bette Davis rodó sus escenas en tan sólo 16 días.

Quizá ayude mucho el hecho de que la película se apoye en una novela de Mary Orr, The wisdom of Eve, a su vez basada en las experiencias reales sufridas por la actriz de teatro Elisabeth Bergner, lo cual le aporta a la historia una sensación de verosimilitud que de otro modo no sería alcanzable. De este modo la película conecta directamente con el espectador, al despertar en él sentimientos de identificación de un modo u otro.

Sea como sea, es sin duda una de las mejores películas que he visto.

Para más datos os dejo un link con curiosidades acerca de la película: http://www.abandomoviez.net/indie/curioso.php?film=258

Cristina Serrano Pedraza.